[Ottawa, Canadá] Un hombre que intentaba huir de la policía mordió a un perro de la policía canadiense. El incidente ha provocado un debate sobre los derechos de los animales, según un portavoz de la policía canadiense.
El hombre, un ladrón de coches, fue sorprendido y perseguido por el perro policial Pago en la provincia de British Columbia, al occidente de Canadá. Al alcanzarlo, el hombre mordió al perro. Reaccionando, el perro lo mordió a su vez. Hombre y perro terminaron con lesiones leves. El ladrón no será procesado por el maltrato de Pago, un pastor alemán.
La ley canadiense prevé duras penas para personas que ataquen a agentes de policía, pero los perros policiales no gozan de esas protecciones jurídicas. Los preparadores de perros presionan ahora en Ottaqa por una modificación de la ley que proporcione una mejor protección legal contra el maltrato.
[11 de julio de 2006][©het parool]
septiembre 21st, 2006 → 5:54 am
[…] Pues bien, siguiendo esta lógica perruna, las agencias de noticias celebran, no sin cierta sorna, lo sucdido en un zoológico de China, cuando un hombre, con varias cervezas entre pecho y espalda, resolvio confraternizar con un oso panda y saltó al sitio donde se hallaba durmiendo. El susto del panda debió se rmayúsculo, tanto que lo único que atinó fue a morderle una pierna al hombre. Lo simpático del caso es que el hombre se puso furioso con el pobre panda y lo agarró a patadas. Obvio que Gu Gu, a pesar de la cara tierna que tienen los de su especie, también se le saltó la piedra y lo mordió en la otra pierna. Y ahí fue Troya. Pelea campal entre oso y borracho, hasta el punto que el humano, enardecido, mordió al panda en la espalda, hasta que un vigilante del zoológico logró separarlos. Algo parecido le sucedió a Pago, un pastor alemán de la policía canadiense cuando, en cumplimiento de su deber, persiguió a un ladrón, Lo que no contaba era que el sujeto lo iba a enfrentar de igual a igual, es decir, a punta de mordiscos. Infortunadamente la ley canadiense no contempla este tipo de conductas como delito por lo que Pago deberá restañar sus heridas sin que el culpable sea castigado. Pero no a todos los animales les va tan mal. Hay otros que son muy apreciados por sus amos por los invaluables servicios que les prestan. En Subachoque, acá cerquita a Bogotá, hace unos días tres campesinos discutían acerca de la inteligencia de sus respectivos perros. El primero aseguraba que su perro era de lo mejor porque, al terminar el trabajo encerraba las gallinas y les daba comida, además le vigilaba la casa durante toda la noche. El otro, para no quedarse atrás, señaló que el suyo era mejor pues, al terminar el trabajo encerraba las gallinas, les daba comida; vigilaba la casa durante toda la noche; y, además, lavaba la ropa y le pintaba la casa una vez al año. El siguiente, con lágrimas en los ojos replicó: —El perro que yo tenía… —¿Qué pasó? —Se murió electrocutado. —¿Fue por un rayo? —No, arreglándome el televisor. | […]
marzo 22nd, 2007 → 11:03 pm
[…] dice que “un borracho meó a mi perro y luego me pegó”. Esto sí es una noticia: ¡HOMBRE MEA A PERRO!. No me extraña que luego el perro pegase a Lucía. Cualquiera en su lugar hubiera hecho lo […]