limitan investigaciones con chimpancés

Posted on enero 8, 2012 por

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[Pero no todas.] Lo leímos en Los Angeles Times y tradujimos:

[Melissa Healy] Los chimpancés siguen siendo indispensables para las investigaciones biomédicas y de conducta que son necesarias para los humanos, pero sólo en un pequeño número de circunstancias y probablemente no por mucho tiempo, de acuerdo a un nuevo informe del Instituto de Medicina.Después de nueve meses de deliberaciones, una comisión de expertos independientes juzgó que la mayoría de los experimentos actuales con el pariente primate más cercano a los humanos, pueden ser discontinuados sin dificultad. Pero los expertos no llegaron a llamar al gobierno federal a retirar todos los chimpancés que tiene a su cuidado (seiscientos), advirtiendo que amenazas invisibles contra la salud humana “pueden requerir el uso futuro de chimpancés”.
El director de Institutos Nacionales de Salud, el doctor Francis Collins, dijo que  aceptaba las recomendaciones de la comisión y prometió la formación de un grupo de trabajo para diseñar su implementación.
En una rueda de prensa el jueves, Collins predijo que cerca de la mitad de los 37 estudios patrocinados por INS que usan chimpancés serían retirados paulatinamente. El grupo de trabajo considerará cuántos chimpancés debería mantener en cautiverio la agencia federal de investigaciones para su posible uso y cuántos pueden ser retirados de santuarios en todo el país, dijo.
Los INS pidieron asesoría al Instituto de Medicina sobre el uso de chimpancés en experimentos biomédicos en diciembre pasado, después de que la agencia ordenara que un grupo de animales retirados alojados en un recinto del gobierno en Alamagordo, Nuevo México, fueran trasladados a un activo centro de investigación científica en Texas. La propuesta hizo poner el grito en el cielo a los activistas animalistas, primatólogos y un pequeño grupo de legisladores que han tratado, y fracasado repetidas veces, de hacer aprobar una ley que prohíba el uso de chimpancés en la investigación biomédica.
Estados Unidos y Gabón, un país africano, son los únicos países que todavía permiten la experimentación activa con chimpancés, una especie que exhibe claros signos de amor, una compleja organización social, auto-conciencia y estrés.
Una investigación publicada en junio encontró abundantes evidencias de estrés, especialmente en 168 chimpancés que habían sido usados previamente en investigaciones biomédicas. Al comparar los sujetos biomédicos retirados con una población de chimpancés salvajes, el estudio –en la revista científica PLoS One- encontró signos de depresión en el 58 por ciento de los retirados biomédicos y signos de estrés postraumática en el 44 por ciento –males prácticamente ausentes en las poblaciones salvajes.
“Claramente los chimpancés son emocionalmente sensibles y son seres inteligentes”, dijo el doctor Hope Ferdowsian, principal autor del estudio y ex director de programas del Comité de Médicos por una Medicina Responsable, que cabildea contra el uso de animales en la investigación científica. Los chimpancés recorren largos trayectos y viven en grupos sociales grandes con estrechos lazos entre madre e hijo y entre amigos, dijo Ferdowsian. “Claramente sus necesidades no pueden ser satisfechas en un laboratorio”.
Los activistas animalistas y legisladores que apoyan la Ley de Protección de los Grandes Simios y de Ahorro de Costes, elogiaron el informe del Instituto de Medicina. Wayne Pacelle, presidente de la Sociedad Protectora de Animales de Estados Unidos, dijo que se sentía “tremendamente estimulado” por las conclusiones, las que, dijo, “conducen sólo a una conclusión razonable: es hora de poner fin al uso de chimpancés en investigaciones invasivas dañinas”.
En una declaración dada a conocer el martes, la People for the Ethical Treatment of Animals dijo que la evaluación interna de INS debería culminar en “la prohibición completa de los experimentos con chimpancés de laboratorio”.
La aceptación de Collins de las recomendaciones del Instituto de Medicina probablemente marca un nuevo capítulo en las investigaciones biomédicas. Chimpancés cautivos han conducido a avances clave en terapias para enfermedades humanas, incluyendo el cáncer, la hepatitis y las enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide.
Pero poderosos ordenadores, nuevas técnicas de laboratorio e ingeniería genética han reducido firmemente la necesidad de usar chimpancés como substitutos de humanos. Entretanto, el progreso en el conocimiento de otras enfermedades, como el SIDA/VIH, ha subrayado que mientras que chimpancés y humanos comparten gran parte del ADN, no todas las enfermedades se comportan del mismo modo en Pan troglodytes que en Homo sapiens.
“Creemos que el chimpancé ha sido un valioso modelo animal en el pasado”, dijo Jeffrey P. Kahn, bioético de la Universidad Johns Hopkins que fue presidente de la comisión del Instituto de Medicina. Pero, dijo, “hay claramente una trayectoria que indica un necesidad decreciente para estudios sobre chimpancés… Esto lo vemos como un área de necesidades cada vez menores”.
Después de evaluar el estado de la investigación sobre las vacunas, los patógenos virales y las terapias biológicas, la comisión concluyó que los intentos de probar la seguridad de las medicinas inmunológicas –los llamados anticuerpos monoclonales- siguen apoyándose en chimpancés como sujetos de investigación para probar la seguridad y efectividad de las pruebas.
Esa dependencia está siendo socavada rápidamente por la alteración genética del ratón, las ratas y otros animales que cuentan con un sistema inmunológico similar al humano, así como técnicas que evalúan la respuesta humana a pequeñas dosis de estas medicinas biológicas. Pero hasta que esos medios alternativos no estén ampliamente disponibles, dijo el comité, INS probablemente limitará el uso de chimpancés en esas pruebas.
El comité rechazó –de momento- el uso de chimpancés para estudiar una forma de neumonía causada por el virus sincitial respiratorio. Concluyó que los otros animales, entre ellos monos macacos rhesus, habían sido mucho más útiles que los chimpancés en la investigación del SIDA/VIH. Constató que los humanos están ampliamente dispuestos y disponibles para probar la seguridad y efectividad de una vacuna “terapéutica”, que ayudaría al sistema inmunológico de alguien ya infectado con hepatitis C para derrotar al virus. En estos casos, dijo la comisión, no se podía justificar el uso de chimpancés.
Pero el comité de diez miembros terminó “empatado”, dijo Kahn, sobre si todavía se necesitaba  a los animales para estudiar la seguridad y efectividad de una vacuna láctica profiláctica para proteger a humanos contra la infección por hepatitis C, actualmente el campo más activo de investigación científica que utiliza primates.
En lo que Kahna describió como “un animado debate”, los miembros no se pusieron de acuerdo sobre la probabilidad de que humanos –particularmente drogadictos intravenosos que son los que más riesgo corren de contraer hepatitis C- de que los humanos pudieran servir como sujetos de investigación. Estuvieron divididos en cómo los otros animales, incluyendo ratones y macacos, podían replicar la respuesta inmunológica humana ante una vacuna. Y debatieron sobre si la exposición de los chimpancés a tempranas versiones de vacunas como una manera de deshacerse de los que probablemente fracasarán, justificaba el uso de animales.
Los miembros de la comisión no debieron considerar las ramificaciones del uso de primates no humanos en experimentos médicos. Pero Kahn reconoció que sus consideraciones “estaban impregnados de la conciencia del coste moral de ese tipo de investigación”.
Al final, la comisión pareció favorablemente dispuesta a permitir el uso de chimpancés en investigaciones genéticas y de conducta, observando que no era probable que esos intentos fueran menos invasivos o dañinos, y más probablemente serán realizados con la disposición activa de los sujetos animales, y finalmente útil tanto para humanos como para los chimpancés mismos.
7 de enero de 2012
15 de diciembre de 2011
©los angeles times
cc traducción c. lísperguer